Como riojanos de pura cepa y amantes de nuestra tierra y su cultura dejamos impronta de ella en todo lo que hacemos. Por eso nuestra pensión se llena de pequeños detalles como sus colores que hacen alusión al vino y sus matices. Cada rincón tiene un nombre que lleva a la esencia de todo, la uva, y empezarás a experimentar la cultura del vino con todos los sentidos.

En cuanto sales por la puerta te encuentras en el casco antiguo de Logroño que esconde calados de viejas bodegas excavadas hace siglos servían para abastecer a las casas, cuando era el centro neurálgico del comercio de vino de Rioja. Dando un paseo podrás visitar algunas.

Por estas calles te toparas con "La senda de los elefantes", nuestra emblemática Calle Laurel ideal para comer las mejores tapas o pinchos y beber el mejor vino para seguir la tradición.